(9 de septiembre del 2008)
Hoy bien temprano me suena el teléfono, al descolgarlo era la responsable de la junta de Andalucía, me llama referente a unos 50 o 60 correos electrónicos que yo le mandaba diarios a la consejera de sanidad, en bonitas palabras me dice… Que ya era un poquito pesadita, que ya me habían contestado por activa y por pasiva.
Que por favor, dejara ya de mandar más correos, por que le saturaba el correo, y haciendo eso no iba a conseguir más nada.
Le dije, que no iba a parar, que no estaba conforme con la resolución, y si no me hacían caso, iba a hacer huelga de hambre en la puerta del hospital, que no se habían molestado ni en mirar mi historial, que solo hacían caso a lo que decía el Dr.XXX, y a mi nadie me hacia caso, no me habían dado ni una oportunidad a poder explicarme.
Hoy bien temprano me suena el teléfono, al descolgarlo era la responsable de la junta de Andalucía, me llama referente a unos 50 o 60 correos electrónicos que yo le mandaba diarios a la consejera de sanidad, en bonitas palabras me dice… Que ya era un poquito pesadita, que ya me habían contestado por activa y por pasiva.
Que por favor, dejara ya de mandar más correos, por que le saturaba el correo, y haciendo eso no iba a conseguir más nada.
Le dije, que no iba a parar, que no estaba conforme con la resolución, y si no me hacían caso, iba a hacer huelga de hambre en la puerta del hospital, que no se habían molestado ni en mirar mi historial, que solo hacían caso a lo que decía el Dr.XXX, y a mi nadie me hacia caso, no me habían dado ni una oportunidad a poder explicarme.
Que solo hacían mandar mis informes de un lado a otro, pero no se han molestado en mirar si esta todo bien, o esta mal, que solo me daban una contestación sobre un historial completamente erróneo, le dije, que si estaba cerrada esa unidad, y las mujeres de abortos de repetición no teníamos derecho a tratamiento, ¿para que un director de la unidad, me firma un papel con inclusión directa en dicho tratamiento?.
La señora, se queda callada, y al rato me dice, lo que usted esta diciendo es muy fuerte, ¿tiene usted pruebas de lo que dice?, le digo, claro que si, ¿por que no ha presentado usted ninguna prueba ante la administración?, aquí no hemos recibido nada de eso…
¿Cómo que no han recibido nada? si yo no he parado de poner reclamaciones en todos lados, ella insistían que no sabían nada de nada, que lo que le decía, le sonaba a chino.
Solo me decía, cada vez que le decía algo más… Señora lo que usted esta diciendo son acusaciones graves, ¿tiene usted pruebas de ello?, le dije, si tengo las pruebas de todo, y con papeles, dice… Pues mira, vamos a hacer una cosa… Te voy a dar una dirección, y mañana, o pasado, lo entregas allí, al nombre de XXXX XXXX, y ya después cuando lo leamos te llamaremos...
Eso hice, al día siguiente fui, y lleve todas las pruebas que no eran pocas las que llevé.
Ya solo me quedaba esperar que las vieran, y que se dieran cuenta, que llevo toda la razón, que tengo un historial lleno de errores que nadie se ha molestado en cambiar, y que merezco que me vuelvan a valorar y me den un diagnostico correcto a mi problema.
Al rato de llegar me llama MªAntonia, (la presidenta de la asociación), me dice que ha hablado con una secretaria del defensor del pueblo, que era la que llevaba mis papeles, y que lo siente muchísimo, pero le ha dicho la chica, que tire la toalla, que ya no hay nada que hacer, que lo tengo que asimilar, y que yo así no puedo seguir, solo sufriré más.
Me he cabreado, y le he dicho, que aunque me lo dice para bien, a mi me ha sentado mal, que yo tengo claro, que no pienso tirar la toalla, y que acababa de llevar todas mis pruebas a la dirección que me ha dado la responsable de la junta, y que sea lo que dios quiera, que el tiempo pondrá cada cosa en su sitio.
Dice, si así te quedas tranquila..., pero pon los pies en la tierra, y tienes que empezar a resignarte, que ya son muchos años con esta agonía, y esto no es vida ni para tí ,ni para los que están a tu alrededor.
Aunque entendía lo que me estaba diciendo, dentro de mí no quería dejar esto, quería seguir luchando, para mí iba a sufrir más si lo dejaba, y mi corazón me decía que tenía que seguir...
La señora, se queda callada, y al rato me dice, lo que usted esta diciendo es muy fuerte, ¿tiene usted pruebas de lo que dice?, le digo, claro que si, ¿por que no ha presentado usted ninguna prueba ante la administración?, aquí no hemos recibido nada de eso…
¿Cómo que no han recibido nada? si yo no he parado de poner reclamaciones en todos lados, ella insistían que no sabían nada de nada, que lo que le decía, le sonaba a chino.
Solo me decía, cada vez que le decía algo más… Señora lo que usted esta diciendo son acusaciones graves, ¿tiene usted pruebas de ello?, le dije, si tengo las pruebas de todo, y con papeles, dice… Pues mira, vamos a hacer una cosa… Te voy a dar una dirección, y mañana, o pasado, lo entregas allí, al nombre de XXXX XXXX, y ya después cuando lo leamos te llamaremos...
Eso hice, al día siguiente fui, y lleve todas las pruebas que no eran pocas las que llevé.
Ya solo me quedaba esperar que las vieran, y que se dieran cuenta, que llevo toda la razón, que tengo un historial lleno de errores que nadie se ha molestado en cambiar, y que merezco que me vuelvan a valorar y me den un diagnostico correcto a mi problema.
Al rato de llegar me llama MªAntonia, (la presidenta de la asociación), me dice que ha hablado con una secretaria del defensor del pueblo, que era la que llevaba mis papeles, y que lo siente muchísimo, pero le ha dicho la chica, que tire la toalla, que ya no hay nada que hacer, que lo tengo que asimilar, y que yo así no puedo seguir, solo sufriré más.
Me he cabreado, y le he dicho, que aunque me lo dice para bien, a mi me ha sentado mal, que yo tengo claro, que no pienso tirar la toalla, y que acababa de llevar todas mis pruebas a la dirección que me ha dado la responsable de la junta, y que sea lo que dios quiera, que el tiempo pondrá cada cosa en su sitio.
Dice, si así te quedas tranquila..., pero pon los pies en la tierra, y tienes que empezar a resignarte, que ya son muchos años con esta agonía, y esto no es vida ni para tí ,ni para los que están a tu alrededor.
Aunque entendía lo que me estaba diciendo, dentro de mí no quería dejar esto, quería seguir luchando, para mí iba a sufrir más si lo dejaba, y mi corazón me decía que tenía que seguir...
Pero lo que yo no sabía es que Mª Antonia y la secretaría del defensor del pueblo aunque me decían que tirara la toalla, ellas seguían luchando a mis espaldas, solo quería quitarme un poco de tensión a tantisimo sufrimiento.
Pero yo tenía claro que pensaba de seguir....
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