Vuelta al dolor, 8ª parte.





Después de mi embarazo ectópico me aconsejaron los médicos, estar un año sin buscar embarazo, ya tenía el cuello del útero muy fino de tantos abortos, y de haberme realizado tantísimos legrados.
Así hicimos decidimos respetar un tiempo de espera, al año aunque no empecemos a buscar, si dejemos de usar precauciones, total ya no era tan fácil de quedarme con una trompa menos, de hecho tardamos casi 2 años desde que tuve mi último aborto.


Un día me levante con algo de ascos, y fue la única vez que vomite en tantos embarazos que llevaba a mi espaldas.
Me hice el test y de nuevo embarazada, no quisimos decir nada a nadie, hasta que pasara más tiempo, pero en ese momento suena el timbre de mi casa, era mi vecina y una de mis mejores amigas, vino a enseñarme su test de embarazo, y al mirar a la mesa vio el cartón de test, me preguntó, y en ese momento le dije que yo también estaba embarazada, se alegró muchísimo, y empezamos a hablar del tema, yo ya hablaba con negatividad, y ella me dijo , no seas tonta, no pienses así, que veras como todo ira bien.

A las 2 semanas después, nos encontramos abajo en el portal, mi amiga la embarazada, otra vecina del 1º, embarazada también, y yo, y en ese momento bajaba una mujer del 3º algo vidente y brujilla, que ya sabía ella del embarazo de las otras dos chicas, el mío no, y dijo, anda mira las 2 preñas, y dijo mi amiga, pues ya mismo seremos tres, no quiso decirle que yo ya estaba embarazada.

Se me quedo mirando la vidente y me dijo, lo siento pero yo a ella ahora mismo no la veo embarazada, yo sonreía, pero por dentro me clavo una puñalada, se me quedo grabada esas palabras, y llevaba mucha razón.

Una vez más empecé a manchar, estaba ya de 11 semanas, así que decidimos ir a urgencias, y al hacerme la ecografía ahí estaba mi campeón luchando por vivir, pero seguía manchando.

Me dijeron que hiciera reposo absoluto y que me pusiera progesterona, así lo hice, para mi levantarme al baño era ya un suplicio, y aunque dentro de mi sabía que no iría bien, quería darme un voto de confianza con la ilusión de que siguiera y no perderlo.
Llegó la semana 12, fui a mi ginecólogo privado y al hacerme una ecografía, ya me puso una cara que no me gusto nada, solo hacia mover el ecógrafo de un lado a otro, y se confirmó lo peor, estaba el embrión pero sin latido...

La pena de nuevo invadía mi corazón, mi marido solo decía, ¡otra vez!.., Y se le saltaban las lágrimas de ver mi sufrimiento.

El médico nos hizo un papel y dijo iros al hospital y entregar este papel, debe de hacerte un legrado, lo siento mucho Blanca... Fuimos a urgencias entregamos el papel y me ingresaron de nuevo.

Ya había pasado tantas veces por allí, que hasta las enfermeras me conocían, y me saludaban, yo no podía parar de llorar, y ellas me consolaban y me daban ánimos.

Entré a quirófano, y al despertarme del quirófano dije... Al fin ya paso todo.
Pero no había pasado todo aún, el médico vino a decirnos que no habían podía hacer el legrado, que estaba mi útero muy cerrado y si lo obligaban podían perforarlo, así que al día siguiente me dieron el alta, aún tenía mi embrión muerto dentro de mi.

Me dieron una medicación, y me dijeron que ya lo echaría en mi casa, y si me daba fiebre o algo volviera de nuevo, así que en mi casa poco a poco fui echando trocitos de mi vida, del ser que quería tanto, aunque aún fuera tan pequeño.
Me culpaba de ser mala madre, de no saber retenerlos, me maldecía por no servir ser madre y no dar a mi marido un hijo.
Lo pase muy mal, y más cuando veía a mis vecinas, amigas y familiares, con sus niños y yo con las manos vacías, y ver el niño de mi vecina y amiga era darme una puñalada, sabiendo que mi hijo, era de la misma edad que su hijo.

Pero ya no se podía hacer nada, solo me quedaba luchar por vivir, y luchar por ser feliz...

No hay comentarios: